domingo, 6 de noviembre de 2016

#104: El laberinto translúcido de Alicia

¡Hola Bloggers!
Comenzamos la semana con esta pequeña reseña de:
Título: El laberinto translúcido de Alicia.
Escritora: Alicia Redel.
Editorial: Círculo Rojo.
Número de páginas: 160
P.V.P.: 12€
Encuadernación: Tapa blanda con solapas.
ISBN: 978-84-9126-708-9
Colección: Poesía.

Sinopsis:
EL LABERINTO TRANSLÚCIDO DE ALICIA puede considerarse la segunda parte de EL ESPEJO ROTO DE ALICIA (Edición Círculo Rojo). En el actual poemario el protagonista es el TIEMPO que se contempla a sí mismo situado en el centro de un laberinto translúcido. En su "presente parado" puede observar, pero no intervenir, en los acontecimientos del pasado o del futuro que se le van presentando.
Acontecimientos y personajes que en ocasiones provienen del Espejo Roto.
Tales personajes, imaginarios o reales, así como en la vida, se afanan en buscar un sentido a sus existencias y una salida del Laberinto que solo el personaje de la Reina de los Sapos parece conocer.
A AQUELLOS EN BÚSQUEDA DE UN SENTIDO Y UNA SALIDA VA DEDICADO ÉSTE POEMARIO.

Opinión:
Como bien digo en la primera línea de esta entrada, pongo "pequeña reseña" ya que no soy muy de leer poemas/poesías, ya no solo de "no leer" sino que no sé como reseñar un libro así.
Quiero compartiros un poema que, aunque cuando lo leí en su día me llegó, hoy, antes de escribir esta reseña, lo he vuelto a leer y me he puesto a llorar, porque como bien pudisteis leer en la entrada anterior, ayer hizo dos meses que Golfo nos dejó.

EL ADIÓS DE UNA MADRE

Mi cielo está lleno
de risas de niños
y cantar de pájaros,
madre.

Mi cielo está lleno,
tú lo sabes, madre,
de iridiscentes estrellas
y caballitos de mar.

Mi cielo está lleno, lo sabes,
madre, a la mañana
del trino del jilguero
y del gorjeo del ruiseñor
el atardecer.

Hoy, en mi mañana triste,
la encontré muerta
con su polluelo, madre.
Muerta en mi ventana.
Muerta por salvar a su polluelo
que probaba a volar
su primer vuelo.

Muerta la madre protectora
cubriendo al hijo
con su ala rígida,
así la encontré.

Había muerto como madre.
Ese era su mensaje.
Decir que era una madre.
Por eso estaba en mi ventana
para decirme adiós.

Eras tú que habías venido
en un agotador y extremo saludo.
En forma de tierna avecilla
eras tú, madre, era tu despedida.

Y así volaste a tu cielo
con risas de niños
y cantar de pájaros
donde no existen las lágrimas.
Adiós, madre.

IN MEMORIAM. A mi madre que nos ha dejado el 6 de febrero de 2015.

*Gracias a Círculo Rojo por el ejemplar*

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